lunes, 13 de agosto de 2012

Mil momentos

Son ya mil momentos de amor los que hemos compartido, son mil instantes juntos y muchas palabras en las que nos hemos dicho con música de amor lo que sentimos. Quizás jamás dejemos de decirnos lo que nos queremos, lo que nos amamos, lo que esperamos, el amor es así: nunca aparece el cansancio, nunca dejamos de producir magia con sentimientos. 

Y yo quiero que siga así, porque con cada palabra, con cada sílaba, con cada sonido que sale de tus labios me estremezco, y aunque ya conozca tu voz (¿cómo no conocerla si es lo único que quiero oír?) cada vez que te escucho vuelvo a temblar y me vuelvo a enamorar de ti, una y cien veces. 

Cuando no estás te oigo, cuando estás te admiro, cuando no estás te siento, cuando estás te quiero abrazar. Recítame tus pensamientos, tus esperanzas, lo que esperas de mi, lo que sueñas, procuraré meterme en tus sueños y en tus pensamientos, cumplir tus esperanzas y estar ahí cada instante. 

Te quiero seguir oyendo, sumando los sonidos, guardando tus palabras en mis sentimientos, obedeciendo con amor tus anhelos. Te quiero seguir escuchando, cuando lo hago olvido el mundo, olvido mis penas, olvido hasta el olvido. 

Me despido de ti, no sin decirte que ahora no te oigo, pero miento, grabé tus palabras diciéndome que me amas y por eso la sonrisa se quedó perenne en mi. Deseo que llegue el momento de volvértelo a escuchar, porque tus te amo son mi fuerza de vivir. 

Te oigo, te amo.
 

Te odio, te amo


Nunca se me dio bien escribir, tengo faltas de ortografía y con frecuencia confundo las palabras, me cuesta expresar mis sentimientos y jamás le di valor a las cartas, ni si quiera sé cómo empezarlas… Siempre he pensando que las palabras bonitas, las de amor, las elaboradas, aquellas que se escriben los amantes en las cartas, solo tiene cabida en los comienzos, las despedidas y las disculpas falsas y quizá por ello pienses que si ahora te escribo es solo por este miedo a perderte, este miedo que no me dejar comer, ni vivir, ni respirar… y quizá tengas razón.Porque sí, es cierto, te odio, odio tu forma de cantar y que jamas tengas frío, odio cómo sonríes al equivocarte y hasta que me pidas perdón, detesto que seas sincero, incluso cuando te lo pido, no soporto tu forma de secarme las lágrimas, sobre todo cuando eres tú el que me hace llorar, no me gusta que me grites y tampoco que me des la razón sin batallar… Y sí, es cierto, a veces me enfado y grito y te hago daño, a veces discuto por el simple placer de pelear, a veces juego con tus sentimientos y los rompo y me siento poderosa recogiendo los pedazos… Pero también es cierto que por mucho que lo intento jamás consigo odiarte, que cada vez que me alejo de tu lado, rezo por que vuelvas a buscarme, que con cada lágrima me enamoro un poco más de ti, que con cada palabra consciente de hacer daño me arrepiento más de lo que digo… que a veces soy cruel, egoísta y caprichosa, que me equivoco una y mil veces y que jamás te doy las gracias aunque tú siempre estás ahí para salvarme…
Siempre me preguntaste si lo nuestro era de verdad, si era posible que se hicieran tanto daño dos personas que se aman, antes nunca supe contestarte pero ahora sí, ahora puedo decirte que lo nuestro sí es real y que si dudamos tanto tiempo fue porque nunca nadie nos habló del amor, de ese amor que quiere y hace daño, que te cuida y te maltrata, del amor soberbio, del amor tirano…, nadie nos contó que no siempre es primavera y que las mentiras y los celos son a veces quienes tienen la palabra… Pero el amor nunca es de película, no es ficción, ni fantasía, el amor cuando es real duele tanto como ama. Y aun así no importa lo que duela si es a tu lado donde curo mis heridas, no importan las mentiras, ni los celos, ni la rabia… porque contigo el sentimiento es más fuerte que todas las palabras, porque daría cualquier cosa, lo que fuera, por poder hacerte sonreír, por hacerte sonreír todos y cada uno de los días de mi vida, porque sí… porque, pese a todo, eres lo mejor que me ha pasado y no quiero que te vayas, que me dejes, ni dejarte, no quiero perderte… Porque todavía no sé cómo he tenido tanta suerte de encontrarte.
Por todo eso y más necesito que sepas que te amo, con lágrimas y con sonrisas, con amor y con llanto… pero te amo.

Te Odio


Te odio
Estoy intentando escribirte una carta de amor pero soy incapaz. ¿Y si lo que pasa es que 'te odio', como tantas veces te he repetido por teléfono, mirándote a la cara o acurrucada entre tus brazos?
Te odio porque me haces reír cuando no quiero. Porque sabes evitar esa tonta discusión que luego hace que me duela la tripa.
Te odio porque eres capaz de soportar mis llamadas telefónicas para... nada, sólo quería hablar, ¿de qué? ... de nada... hablar por hablar.
Te odio porque no eres romántico y cuando ya no espero nada, apareces  con flores.
Te odio porque hasta durmiendo, tu mano encuentra lo que tiene que encontrar.
Te odio cuando me echas de menos.
Te odio porque me haces sentir flojera (y que me tiemblen las piernas), cuando me dices que me deseas.
Te odio porque mis legañas 'son perfectas', porque estoy 'divina sin maquillar' y porque 'recién despierta' estoy preciosa.
Sobretodo te odio porque haces que me muera de ganas por besarte.
Si quieres más 'te odios' ya te los digo por teléfono, mirándote a la  cara o acurrucada entre tus brazos.
¿Por qué 'te quiero'? Pues... no lo sé, porque en realidad como ves, tengo muchos motivos para odiarte.